28 febrero, 2011

Amaneceres

Podríamos llegar a entumecernos
Esperando a que algo pase

Porque nadie bota los frutos de los árboles
Pero igual se caen

Y si nadie te busca
¿aún así estás perdido?

Estás alegre y eres triste
O eras alegre y ya no existes
Estoy triste

Siempre caminamos como árboles
Sin pensar que un rayo podría tumbarnos

Es que hay tiempos, me dices tú, para decir las cosas.

Luego, ya pasó y hay cosas que nunca se dirán en ese momento. Me lo dices tú. O lo pensaba yo, en este momento.

En este momento en que las sombras son curiosas, escuchamos pasos de gente a lo lejos, las sombras se mueven como si no supieran que las observamos detenidamente. Y las palabras vuelan entre las sombras pero no logro atraparlas ni con un suspiro. El pajarístico se me ha olvidado, y ya no tengo gato con quien hablar. Mirar las sombras me parece atractivo, pero no quiero abrumarte, las luces se mueven y las sombras desaparecen. Yo sé que puedo esperar a que amanezca, pero temo que junto con la oscuridad te desvanezcas tú.

19 diciembre, 2010

Día a día, pastilla a pastilla

Tomaba tres pastillas diarias: una roja blanda, una blanca dura y al final un dulce de lechemiel.
Pero las palpitaciones siguen ahí y las arcadas vienen y van.
Y mañana aún tengo que hacer todo lo que no hice hoy.

15 enero, 2010

Helado con jugo de piña

Nunca pensé que un pequeño carrito ambulante pudiera cobrar tanta importancia en mi vida. Helado con jugo de piña natural, lo encontramos una genial idea. Lo comprábamos felices a un módico precio y lo disfrutábamos juntos en la plaza más cercana.

Era tan bueno que se nos hizo una costumbre y cuando no estaba lo extrañábamos profundamente. Un día me llamaste y me dijiste que estabas enfermo. Yo no pude pensar en otra cosa que en llevarte ese elixir refrescante para aliviarte la fiebre. El carrito estaba ahí como siempre, frente al super. Caminé lo más rápido que pude por esa interminable escalera para llegar a tu casa antes de que el helado se derritiera y el jugo perdiera a su acompañante.

Hoy, después de un tiempo, vi ese carrito cerrado, sin helado, sin jugo. Y yo, sin acompañante. El nosotros como el helado en ese día caluroso se fue derritiendo. Yo espero disolverme en la ciudad sin que nada pase. Espero no volver a encontrarte, no volver a llorarte, no volver a congelarme.

07 septiembre, 2009

...

06 septiembre, 2009

Super heroína

Y dicen que algunos días de lluvia se transformaba en una super heroína, saltando sobre las pozas con su impermeable. Una agente encubierta espiando a las gotas conservadoras y separatistas.